EDUCACIÓN Y LISTADO DE VALORES PARA EDUCAR.
La definición de educación no es sencilla. Recuerdo sus primeras menciones cuando mi abuela me decía: "mi niño, hay que ser educado". Alguien que vivió en un pueblo de no más de mil habitantes y que nunca tuvo ni siquiera la oportunidad de ir a la escuela tenía muy claro un significado de la palabra educación. Era algo bueno, deseable, algo que a las personas, desde muy pronto, nos ayudaría a ser el día de mañana gente de provecho y que contribuiría a saber desenvolvernos en la vida con un importante matiz de progreso. ¿Estaba desencaminada? Claro que no.
Definir este concepto no es fácil. Entran en juego muchas variables. Por algo será que después de tantos siglos, a fecha de hoy se puedan admitir tantas posibles definiciones. Además, esta se complica cuando vemos que al término le ponemos apellidos y así, hablamos alegremente de educación musical, financiera, social, física, sexual, emocional, medio ambiental, religiosa, literaria, matemática... Y todo esto si nos quedamos en nuestro entorno, porque, ¿se imagina el estimado lector qué podrían entender por "educación" los indígenas del Amazonas, los esquimales, las tribus africanas como los Masai...? Sospecho que no íbamos a coincidir, ¿o, en el fondo quizás sí?
En todo caso parece que educar nos evoca a lograr un ideal de perfección que estará condicionado por el sistema social que nos integra. Coincido con la definición de Sarramona en su libro "Fundamentos de educación" cuando sintetiza que es un proceso dinámico entre dos personas para intentar alcanzar unas metas que el sujeto quiere lograr buscando su perfeccionamiento que le permitirá una inserción activa y consciente en su medio social reconociendo que es un proceso sin fin a lo largo de toda la vida y que realmente genera un estado duradero y distinto al estado original del que se partió.
Y, para conseguir educar, ¿cuáles serían los valores que tendríamos que propugnar a nuestros jóvenes?
Para responder a esta pregunta quiero apoyarme en mi experiencia. No hay valores que destaquen de forma especial sobre otros porque todos debieran ser trabajados conjuntamente ya que se complementan perfectamente y ninguno entra en contradicción con otros.
Respeto: Para mí, indudablemente el respeto al otro es fundamental. Respeto en todos los sentidos y en todos los campos. En la escuela debe educarse con y en él.
Responsabilidad: algo que cada vez nuestro sistema social parece hacer llegar más tarde. Una vida cómoda sin sobresaltos ni golpes vitales hace que la responsabilidad tarde más en asumirse por parte de los jóvenes. Por desgracia, para muchos los traspiés de la vida son los que hacen que, de repente, se ganen enteros en responsabilidad. Qué diferencia tan grande con la generación de nuestros padres.
Honradez: Se intenta educar en este valor pero el día a día hace ver que no es precisamente de lo que puedan presumir quienes deberían ser personajes ejemplares lo cual resulta un inconveniente para inculcar a nuestros jóvenes dicho valor.
Esfuerzo: Otro valor a la baja. Se está premiando, promocionando y asumiendo como patrón de éxito todo aquel que lo logra sin esfuerzo. No se ensalza a quién va como las hormiguitas esforzándose día tras día para lograr su meta. Los modelos a seguir por los jóvenes suele ser gente que tampoco brillan por la sudoración previa. Y lo que es triste: a quién sí se ha esforzado no se le suele alabar dicho trabajo. Excepción clarísima la de Rafael Nadal todo un compendio de lucha. Hay que educar para hacer comprender que el premio podría llegar pero siempre después del esfuerzo.
Nobleza: Hay que actuar de buena fe, sin maldades ni dobles intenciones. ¿De qué serviría lo contrario, qué consecuencias traería no ser una persona noble? No es fácil encontrar este valor porque el día a día nos enseña que la nobleza nos puede traer más complicaciones que satisfacciones.
Empatía: Ponernos en el pensamiento del otro nos hará actuar de la mejor forma posible. No es fácil, pero desde luego estoy convencido de que no sólo el sistema educativo debería impregnarse de este valor, toda el sistema social debería oler a empatía.
Hay muchos más valores que también podrían colaborar a tener una mejor sociedad pero, si pudiésemos integrar los mencionados, creo que el avance resultaría muy interesante y con efectos abrumadores. Y tú, estimado lector, ¿qué valores son los que deberían inculcarse a nuestros jóvenes? Comenta...
Muchas gracias por leerme.
Me encantó tu post! muy claro, con imágenes muy bien relacionadas con las ideas y principalmente con ideas claras. Bravo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Claudia. Es satisfactorio recibir comentarios como este. Animan a seguir en esta línea.
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