CONSEGUIR UN GRAN PACTO EDUCATIVO.

Estoy totalmente de acuerdo con la idea de conseguir un gran pacto educativo entre todos los interlocutores políticos para estabilizar y dar garantías de continuidad a los criterios de enseñanza que fuesen dictaminados por auténticos profesionales.

Considero que este pacto es necesario alcanzarlo para evitar los cambios en las directrices que establecen los criterios que se han de seguir en el sistema educativo.

Varias veces en los últimos años hemos visto cómo se han promulgado leyes que obligaban a cambios en las asignaturas que se debían impartir a los estudiantes.

Citaría como ejemplo la asignatura de "Educación para la ciudadanía". Tanto unos colores políticos como los otros tan polarizados en nuestro país siempre van a intentar ese matiz de adoctrinamiento insertando ciertos contenidos sesgados según los intereses de quien esté en el poder en ese momento y con la finalidad de ir sentando posos a los estudiantes desde edades tempranas.

Si deseamos un currículo de calidad este debería ser elaborado por los verdaderos profesionales del tema que son los que podrán modificar lo necesario para adaptarse a las demandas de organismos más generales, por ejemplo, directrices europeas.

Igualmente un elenco de buenos profesionales también podrá contar con todo el histórico de experiencias ya vividas y con los resultados de eficacia de dichas experiencias. 

Sería conveniente ir puliendo todas aquellas acciones que no tuvieron el resultado esperado. Igualmente, se deberían potenciar y asegurar las que sí que alcanzaron los objetivos.

Se debería innovar pero teniendo en cuenta que esas innovaciones podrían haber sido ya probadas en otros sistemas educativos.

Y si no se quiere un sistema neutral en cuanto a ideologías lo que sí que creo que sería admisible sería contar cuál es la situación ideológica de forma general de forma objetiva, sin subjetividades y con el único afán de informar y formar a los estudiantes de todo el abanico existente de ideologías posibles para que todas y cada una de ellas fueran conocidas. Eso sí podría dar a los estudiantes un conocimiento que fomentaría su espíritu crítico y les haría personas menos manipulables en el futuro.

En conclusión, bajo mi opinión, es totalmente necesario un pacto educativo neutral, sin colores políticos, basado en las buenas experiencias, en las correcciones de los fracasos y en innovaciones ya testeadas y que perdure en el tiempo sea cual sea el color del poder.